
La cata es un proceso que todos conocemos y que en mayor o menor medida todos utilizamos para escoger mejor el producto a adquirir. En el caso del café, la cata representa un paso esencial para conocer el grano y sus características.
Debemos tener en cuenta que el café guarda más aromas y sabores que el propio vino por lo que este proceso es algo complejo pero necesario si queremos exprimir sus cualidades .
La cata brasileña es el sistema estándar para la cata de cafés. Se basa en una molienda del café gruesa y un ratio café-agua de 1-18, este ratio nos asegura poder disfrutar de un mayor abanico de aromas y sabores.
Este tipo de cata es la utilizada por caficultores, Q-Graders, tostadores y baristas alrededor de todo el mundo para analizar cada uno de los cafés. Dependiendo del objetivo de la cata se puede utilizar el mismo grano con diferentes procesos, diferente tueste, granos del mismo origen, del mismo continente o diferentes orígenes.
El proceso es sencillo; en primer lugar se debe pesar todo el café, normalmente se utilizan 5 muestras por cada grano para descubrir así la presencia de defectos y asegurar una cata objetiva y limpia. Una vez pesada cada muestra pasaremos a la molienda tras la cual empezaremos la fase de percepción de la fragancia, que representa las cualidades aromáticas del café en seco. Mientras, calentaremos el agua a unos 94ºC y la verteremos sobre cada muestra creando un movimiento circular que mojará rápidamente todo el café molido para conseguir una infusión homogénea.
A continuación dejaremos infusionar nuestro café 4 minutos durante los cuales trataremos de analizar los aromas, que representan las cualidades aromáticas una vez humedecido el café. Una vez transcurridos los 4 minutos, debemos retirar la capa de residuos insolubles que se forma en la parte superior (aunque no siempre encontraremos dicha capa) para poder catar sin encontrarnos partículas que puedan entorpecer el proceso ya que en el próximo paso succionaremos la infusión de café con fuerza desde una cuchara.
Es importante permanecer en silencio y concentrados dada la complejidad de aromas y sabores que podemos encontrar y para evitar la sugestión del resto de compañeros de cata.
Existe, además, una plantilla de cata donde anotar cada uno de los aspectos analizados aunque al principio es mejor empezar analizando el grado de acidez, de dulzor, de amargor, el cuerpo y tratar a la vez de relacionar sabores conocidos como chocolate, jazmín, frutas con hueso, etc, aunque esta es quizá la parte más complicada y necesita de un entrenamiento constante.
La cata brasileña es el punto en común para todos los que nos dedicamos al café de especialidad ya que conforma el idioma que utilizamos para comunicarnos de forma eficaz independientemente del idioma nativo. Además, es la piedra angular sobre la que trabajamos para poder desarrollar toda la cultura del café de especialidad y conseguir un mejor trato del producto.
Podéis encontrar tanto a tostadores como a cafeterías o escuelas de café que celebran catas periódicas las cuales son una perfecta oportunidad para entender y disfrutar de este mundo que tanto nos apasiona.
En breve empezaremos a traeros vídeos dinámicos con los que os será más fácil entender cada uno de los artículos, ¡estad atentos que empezamos!